Un aneurisma arterial se define como la dilatación que afecta a todas las capas de la pared del vaso y cuyo diámetro es al menos 1,5 veces superior al diámetro normal del mismo. La localización más frecuente de esta patología es la aorta abdominal y se considera aneurisma cuando la dilatación es mayor o igual a 3 cm.
La etiología más frecuente es la degeneración ateroesclerótica de la pared de los vasos, aunque existe un pequeño grupo de aneurismas denominados «inespecíficos» causados por otros factores tales como la genética, el envejecimiento o procesos inflamatorios.
El tratamiento quirúrgico está indicado en aneurismas fusiformes con diámetro transversal igual o mayor a 5 cm, aneurismas saculares, crecimiento anual del aneurisma mayor de 1 cm/año, embolizaciones hacia los miembros inferiores y aneurismas sintomáticos, fundamentalmente dolor abdominal o lumbar, excepto si se trata de un AAA inflamatorio o si la causa es la compresión de órganos adyacentes.
El tratamiento endovascular (EVAR), en sus inicios, se reservaba para indicaciones muy concretas prefiriéndose la cirugía abierta (CA) como técnica electiva. Sin embargo, en el momento actual, se han ampliado las indicaciones debido a los excelentes resultados de los procedimientos endovasculares. Accede al CASO CLÍNICO
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