La Insuficiencia Venosa Crónica (IVC) acompaña al hombre desde que adopta la posición bípeda, como esta se adquiere aproximadamente a la edad de un año, el peso de la columna de sangre además de otras causas, comienzan a dilatar los sistemas venosos. Definimos la IVC “ como una anormalidad del sistema venoso que reduce o dificulta el retorno ”.
Aspectos hemodinámicos de la insuficiencia venosa
La columna de sangre tiene efecto desde el final de la vena cava donde la presión hidrostática es minima, hasta el tobillo, donde la presión es mayor, esto hace pensar que la IVC se constituye como unidad funcional infratoracica .
Es evidente que en la IVC existen factores anatómicos a considerar, como : pared venosa y aparato valvular, que van desde el estudio de las fibras musculares lisas de la pared venosa (distensibilidad, capacitancia y relajación) como del número de válvulas, distancia entre ellas y disposición en el número de valvas.
Desde el punto de vista funcional, en reposo y en posición horizontal, la sangre venosa viaja independientemente por el SVP y el SVS permaneciendo las válvulas abiertas y las comunicantes funcionalmente inactivas, ambas circulaciones se unen solo a nivél de los cayados de las safenas interna y externa.
La circulación de retorno, se mantiene por la “vis a tergo” fundamentalmente y por la aspiración torácica de forma secundaria. En posición de decúbito, la presión ortostática es realmente despreciable. En posición bípeda y reposo se produce un aumento brusco de la presión venosa que unida a la distensibilidad que presenta la pared venosa originan un éstasis momentáneo en la circulación de retorno. En estos momentos puede producirse, en algunos casos, flujo retrogrado que es contenido por el cierre de las válvulas hasta tanto la vis a tergo vence la hipertensión originada.
Cuando el sistema valvular del cayado de la safena interna esta insuficiente la columna de sangre se dirigirá retrógradamente hacia el SVS ocasionando la dilatación del mismo de forma progresiva. Gracias al ecodoppler podemos determinar esta anomalía en épocas tempranas y posteriores en la evolución de la IVC de causa valvular.
En una vena con afectación del tejido conectivo, la pared no esta preparada para soportar presiones intraluminales normales o aumentadas, produciéndose una dilatación del vaso irreversible. Podemos explicar las varices primarias en las que aparecen alteraciones en las propiedades viscoelásticas de la pared venosa. La diferencia fisiopatológica entre las varices
primarias y secundarias seria el grosor de la pared venosa que haría que en las primarias fuera irreversible la dilatación venosa, mientras que en las secundarias se podría conseguir una vuelta a la situación previa lo que apoyaría el tratamiento funcional de la IVC mediante la reparación valvular.
Aspectos anatómicos de la unión safeno-femoral:
La vena safena interna desemboca en la femoral común a nivel del pliegue inguinal, formando un arco ya que se dirige hacia la región profunda del muslo. Perfora la fascia cribiformis inmediatamente por encima del ligamento falciforme de Allan Burns que realmente supone un refuerzo o pliegue de la fascia.
Existen de forma constante unas venas colaterales a la safena interna y a la femoral común a nivel del cayado que son: La vena subcutánea abdominal que suele ser rama de la femoral común aunque en ocasiones lo es de la rama anteroexterna del muslo o de la safena interna en su cara anterior. La vena circunfleja iliaca superficial es la rama externa en el cayado de la safena interna, así como a nivel interno nos encontramos con la vena pudenda externa. También tenemos que tener en cuenta a este nivel la presencia de la arteria pudenda profunda externa que es rama de la arteria femoral y que atraviesa la concavidad de la unión safenofemoral.
En la anatomía ecográfica a nivel inguinal podemos observar la vena safena interna, el cayado, la unión safenofemoral y las venas del cayado, ademas de la arteria femoral común, profunda y superficial.
Normalmente el diámetro aceptado para la vena safena interna oscila entre 3 y 5 mm, aunque puede estar aumentada entre 1 y 3 mm en situaciones especiales.( embarazo, bipedestación prolongada, hipertensión pélvica provocada por la maniobra de Valsalva.
También podemos visualizar sin problemas la válvula safenofemoral e investigar el ángulo de desembocadura de la vena safena en la femoral mediante cortes longitudinales del cayado.
Radiológicamente, cuando realizamos una flebografía descendente podemos ver si existe reflujo a nivel del cayado. Esto es mas teórico que práctico, ya que en la actualidad y en la mayoría de los casos no es necesario la realización de esta técnica cruenta.
Justificación de la técnica
Se trata de realizar una técnica funcional antirreflujo sobre el cayado de la safena interna. Cuando disecamos la unión safeno femoral en pacientes con reflujo observamos una desembocadura anómala, rectilínea y con un ángulo superior muy obtuso rondando los 135 grados por lo tanto sin cayado; en otras ocasiones ademas de lo anterior encontramos ectasias que provocan una importante dilatación del mismo, favoreciendo en consecuencia la insuficiencia venosa.
Con esta técnica sencilla y poco agresiva, tratamos de corregir el reflujo, mediante la construcción de un nuevo cayado, que cumpla las condiciones de desembocadura con un ángulo superior agudo de menos de 90 grados y sin dilataciones del cayado de la safena interna.
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