Los eventos vasculares están entre las complicaciones más temidas durante la cirugía traumatológica. Estas situaciones pueden comprometer la vida del paciente o la calidad de vida, por lo que la identificación y corrección rápidas son esenciales. A veces estas complicaciones requieren técnicas especializadas para el diagnóstico y manejo, y justifican la consulta vascular para un tratamiento correcto y completo, además de un adecuado seguimiento.
La artroplastia total de rodilla es una técnica segura y eficaz, realizada rutinariamente por cirujanos ortopédicos. Se han descrito algunas complicaciones, incluyendo las lesiones de los vasos poplíteos. Aunque infrecuente, suponen aproximadamente el 0,25% de los procedimientos, y son importantes debido su riesgo potencial de pérdida de extremidad.
Existen diferentes tipos de lesiones vasculares, entre las más importantes son la trombosis arterial aguda (más frecuente), la rotura o laceración de la pared arterial, el pseudoaneurisma, la fístula arteriovenosa o la disección de la íntima. Cada una de estas complicaciones tiene una clínica diferente y un tiempo de presentación diferente, y por lo tanto, el manejo de las mismas variará.
En aquellas situaciones en las que no existe sangrado importante, se necesita un alto índice de sospecha para diagnosticar estas complicaciones de inmediato y tratarlas antes de que se produzca un daño irreversible.
Presentamos un caso de trombosis aguda de la arteria poplítea asociada a una fístula arteriovenosa durante la artroplastia total de rodilla. Se diagnosticó antes de completar la operación y el tratamiento vascular se pudo aplicar durante el mismo procedimiento.
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