El Dolor Pélvico Crónico (DPC) es una patología frecuente entre las mujeres que se define como la presencia de dolor pélvico no cíclico con una duración superior a 6 meses. Se trata de un problema de salud potencialmente incapacitante y que puede afectar hasta un 40% de las mujeres en el mundo en algún momento de su vida.
El DPC supone un desafío diagnóstico importante, lo que se traduce en un gran número de consultas médicas a distintos especialistas, calculándose hasta el 10% de las consultas ginecológicas así como un gran número de laparoscopias diagnósticas. Dentro de las posibles causas de DPC se describen la endometriosis, tumores ginecológicos malignos, miomas uterinos, enfermedad pélvica inflamatoria, prolapso, adenomiosis, intestino irritable y hasta en un 30% de los casos Insuficiencia Venosa Pélvica (IVP).
La IVP supone la presencia de reflujo en las venas pélvicas que lleva a la formación de venas varicosas dolorosas, condición también denominada Síndrome de Congestión Pélvica.
La primera descripción de la presencia de venas varicosas pélvicas tuvo lugar en 1857, sin embargo no fue asociada al DPC hasta 1949.La IVP es el proceso patológico análogo al varicocele masculino, sin embargo, a diferencia de éste, las varices pélvicas no son visibles externamente, lo que hace que este proceso sea infradiagnosticado.
Por otra parte, posiblemente debido a la dificultad en su diagnóstico, tradicionalmente se atribuyó a estas pacientes un gran componente psicosocial, incluso llegando a tener cierta connotación negativa el diagnóstico de Síndrome de Congestión Pélvica.Sin embargo hoy día está suficientemente documentada la asociación entre la presencia de venas varicosas en la pelvis y la clínica dolorosa de estas pacientes. En el trabajo de Black et al. publicado en 2010, único documento actual que se define como guía de práctica clínica, se especifica la diferencia entre IVP y SCP, dos términos ampliamente utilizados aunque no exactamente equivalentes: Insuficiencia Venosa Pélvica:
Condición fisiopatológica de flujo retrógrado a través de las venas gonadales y pélvicas que conlleva la distensión de las mismas. Se estima una prevalencia del 10-15% de las mujeres, aunque no todas presentan dolor. Síndrome de Congestión Pélvica: Dolor Pélvico Crónico secundario a IVP asociado a distensión de las venas pélvicas (varices pélvicas). En este trabajo se recomienda el uso preferente de IVP debido a la histórica asociación psicosocial negativa del término SCP.
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