
Uno de los problemas que tiene la angiología y cirugía vascular en el continente americano, que también puede ser compartido por países de otras áreas, es la falta de uniformidad en los planes y programas de formación de la especialidad. No suelen coincidir los contenidos, ni los tiempos formativos ni las estrategias utilizadas, ni los recursos disponibles e incluso con las vinculaciones con otras especialidades, en especial la cirugía general que a veces es pre requisito la formación en ella antes de acceder a los estudios específicos angiológicos.
Otro de los problemas es la falta de definición del perfil siendo en muchas ocasiones el cardiovascular, a lo que se une a la confusión de que la actividad sea realizada por otras especialidades, como la radiología o la cardiología. Para incrementar esta confusión en algunos países no esta reconocida la especialidad, ni tan siquiera el perfil de angiología y cirugía vascular.
Es evidente que los pacientes con patología vascular van en aumento en número, y su patología esta claramente definida con implicación en unas altas tasas de morbimortalidad por lo que se hace imprescindible la existencia de profesionales bien formados y bien entrenados en todos los aspectos tanto diagnósticos como terapéuticos y dentro de los perfiles de la cirugía vascular y endovascular.
En el momento actual y considero que posiblemente, a través de las sociedades científicas, es factible un consenso y acuerdo para diseñar un programa común y homogéneo para desarrollar en los diferentes países y áreas geográficas y que fuera compatible y aceptado para ejercer en cada uno de ellas. La propuesta debería ser presentada a las autoridades académicas de estos países y si está bien argumentada sería factible que fuera admitida por gran número de ellos.
Quizá esa propuesta se podría considerar idílica, pero factible, si hubiera voluntad de desarrollarla. El problema se soportaría como siempre, por la existencia de diferentes planteamientos mantenidos por las variadas situaciones personales e intereses de todo tipo tanto académicos, de control, poder o económicos. En una palabra, aunque en teoría todo el mundo estaría entusiasmado en poder participar en el desarrollo de la propuesta y consideramos que presentaría serias ventajas, pero por desgracia y la probabilidad es muy alta, de que nos mantengamos en la situación actual por el individualismo latino que tanto daño ha hecho durante los últimos siglos a la comunidad hispana.
Prof. Carlos Vaquero
Director y Redactor Jefe de la Revista Iberoamericana de Cirugía Vascular.
Catedrático de Angiología y Cirugía Vascular
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