El aneurisma de aorta abdominal, es una entidad nosológica caracterizada por la dilatación del vaso y cuyo principal riesgo en su evolución estriba en su ruptura.
Desde el punto de vista etiopatogénico se enmarca dentro de las enfermedades ateromatosas con afectación sistémica y multifocal de los vasos por lo que la dilatación, sólo en contadas ocasiones se limita al sector infrarrenal de la aorta, extendiéndose la afectación a otros vasos como los ilíacos o sectores proximales de la aorta considerándose una enfermedad generalizada y con afectación plurilesional.
El aneurisma de aorta abdominal presenta una relativa elevada incidencia en la población en general y también una elevada prevalencia en su presentación.
Es la forma aneurismática más frecuente y por otro lado debido a sus posibles complicaciones que fundamentalmente son la embolización, la posible trombosis, pero sobre todo la que causa la alta incidencia de morbimortalidad la ruptura aneurismática.
El aneurisma cuando se rompe, exige una actuación de urgencia que conlleva su intervención inmediata, pero con altas tasas de mortalidad.
El diagnóstico del aneurisma suele ser casual y vinculado a la exploración del paciente por otras patologías pero de acuerdo con el principio riesgo beneficio, se utiliza el criterio de tamaño reflejado en el diámetro mayor aneurismático para indicar su intervención quirúrgica en cirugía programada.
Se considera sin bases científicas claras que un diámetro aneurismático que oscila según los autores de 45 a 55 mm puede ser el de indicación quirúrgica.
Sin embargo, este criterio es insuficiente para realizar la indicación operatoria, por lo que se han buscado otros indicadores y métodos para predecir la posible ruptura aneurismática, algunos sofisticados como es la valoración mediante métodos informáticos basados en aspectos de ingeniería de la estructura del aneurisma para disponer de una información predictiva de la ruptura.
Se han realizado numerosos estudios en todos los aspectos implicados tanto en perfiles etiológicos, etiopatogénicos como de posible ruptura de la pared sin haber conseguido una información solvente que aporte una luz sobre el problema.
No planteamos en el presente trabajo, realizar un estudio descriptivo, retrospectivo con el fin de aportar información sobre la evolución en el tiempo de los aneurismas que se consideran pequeños al estar por debajo de los tamaños que se consideran de riesgo para la ruptura desde el punto de vista probabilístico.
Independientemente de la valoración del indicador más empleado como referencia para el tratamiento operatorio, se ha considerado otros sectores que consideramos relevantes y que están implicados sobre todo en aspectos técnicos en el momento de dar una solución quirúrgica tanto a nivel endovascular como convencional.
Autores
Hernández Huertas CE, Fidalgo L, García-Rivera E, Del Río L, San Norberto EM, Vaquero C.
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Hospital Clínico Universitario Valladolid. Valladolid. España
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