En el momento actual nadie cuestiona el beneficio de la terapia antihipertensiva (anti hipertension). No obstante, existen grupos de pacientes que no responden correctamente al tratamiento o que presentan efectos secundarios no deseados derivados del mismo.
Todo ello, ha conducido a la investigación de nuevas alternativas terapéuticas, siendo su eje central la actuación del sistema nervioso simpático (SNS) a nivel renal. En este sentido, el importante papel del SNS en la hipertensión ha sido explorado por:
- La medición de su actividad en los pacientes hipertensos:
- Los cambios experimentados en la presión arterial tras la manipulación de la actividad simpática, como sucede tras una simpatectomía quirúrgica. Aunque no existen
- estudios aleatorizados a este respecto, se demostró que la simpatectomía quirúrgica provocaba una reducción del tamaño cardíaco, mejoría de la función renal y menor incidencia de cefaleas, dolores precordiales y eventos cerebro-vasculares. No obstante, la elevada morbimortalidad de esta técnica asociada a la aparición de medicamentos antihipertensivos más eficaces, conllevaron el abandono de este procedimiento en la década de 1970, pero pone de manifiesto el efecto de la actividad simpática sobre la hipertensión.
Generalmente, los niveles más elevados de catecolaminas se hallan en los pacientes hipertensos o con cifras de prehipertensión. Asimismo, se ha evidenciado un aumento en la actividad del SNS a nivel renal, cardíaco y músculo-esquelético en pacientes hipertensos
Asimismo, existen signos directos e indirectos del efecto del SNS renal sobre la hipertensión arterial, derivándose la mayor experiencia de las observaciones realizadas en pacientes con insuficiencia renal sometidos a nefrectomía o trasplante renal y en modelos animales tras la simpatectomía a nivel renal. En este sentido, la extracción de un riñón enfermo (por ejemplo, en casos de pielonefritis o hipoplasia congénita) en pacientes con hipertensión puede conducir a la normalización de la presión arterial. Además, se ha demostrado que la nefrectomía bilateral de los riñones nativos en pacientes con enfermedad renal en etapa terminal y trasplante renal normaliza las cifras de presión arterial.
En conclusión, se deriva de los experimentos en humanos y animales una clara influencia del SNS sobre las cifras de presión arterial. Parece evidente que una interrupción selectiva de la actividad simpática a nivel renal podría constituir el fundamento fisiológico de nuevos dispositivos encaminados a mantener y normalizar las cifras de presión arterial.
Borja Merino Díaz
Angiología y Cirugía Vascular
Hospital IMED Elche. Hospital IMED Levante. Alicante. España
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