La actitud conservadora ante una fístula aortoentérica tiene consecuencias fatales, por tanto la única opción de tratamiento con posibilidad de éxito es la cirugía. La reparación aórtica endovascular ofrece un control rápido de la hemorragia consiguiendo la estabilización del paciente.
Exposición: La reparación aórtica endovascular ofrece un control rápido de la hemorragia en el paciente inestable. La actitud conservadora ante una fístula aortoentérica tiene consecuencias fatales.
Anamnesis: Varón de 75 años hipertenso y en tratamiento con anticoagulantes por fibrilación auricular, intervenido de aneurisma aorta infrarrenal mediante cirugía abierta 13 años antes. Acude a urgencias por síncope.
Exploración Física: Palidez y frialdad cutánea. Severa hipotensión arterial con taquicardia sinusal reactiva. Abdomen doloroso sin peritonismo.
Pruebas Complementarias: INR en rango de anticoagulación. Tomografía computarizada (TC) abdominal muestra fístula aortoentérica en pseudoaneurisma anastomótico distal con paso de contraste a luz intestinal.
Diagnósticos: Fístula aortoentérica secundaria.
Tratamiento: Reparación aórtica endovascular con prótesis aortomonoiliaca y revascularización mediante bypass extra-anatómico. Resección de asa intestinal fistulizada.
Evolución: Postoperatorio sin incidencias. Alta con antibioterapia de amplio espectro. TC de control muestra resolución del cuadro sin complicaciones seis meses después de la intervención quirúrgica.
Discusión breve: La reparación aórtica endovascular en el tratamiento de la fístula aortoentérica se considera una terapia “puente” hacia una reparación abierta definitiva. Algunos pacientes seleccionados pueden beneficiarse del tratamiento endovascular y antibioterapia de amplio espectro y larga duración, sin necesidad de cirugías posteriores.
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